Aunque ya no somos niñ@s, y hubo un día en el que la magia se perdió -si, aquel día en el que mi "muy mejor amiga" me dijo que los Reyes eran los papás y lloré a mares, pensando que la magia no existía-, debo reconocer que sí creo que existe la magia. Porque la magia está en la ilusión. Ahora, no se trata tanto de recibir (que también), si no de ver la reacción de los otros cuando reciben sus regalos, sobre todo de los peques.

Mi hijo está en esa edad en la que pronto descubrirá el pastel, así que quiero aprovechar al máximo este año en el que aún cree en la Magia de los Reyes Magos.

Para nosotros, los adultos, es otra historia. Que venga salud ¿verdad? Como el día de la lotería. Y si os traen regalos y no os gustan ...

¡NO OS QUEJÉIS Y DISFRUTAD DEL MOMENTO! ¡FELIZ DÍA DE REYES!